El Árbol de la Vida de la Kábala o Kabbalah es una imagen jeroglífica, es decir, un símbolo compuesto, que se propone representar al cosmos íntegramente y al alma del hombre en su relación con aquél (macrocosmos-microcosmos).

Lo usamos como el ingeniero o el matemático usa su regla de cálculo, para examinar y calcular las complicaciones de la existencia, visibles e invisibles, tanto en la naturaleza externa (macrocosmos) como en la profundidad oculta del alma (microcosmos).

Origen del Árbol de la Vida de la Cábala

Este jeroglífico tiene su origen en la tradición cabalística judía, que lo ha mantenido vivo durante siglos.

Actualmente su estudio ha traspasado la tradición judía para establecerse como uno de los grandes pilares del conocimiento para todo buscador espiritual, y se ofrecen cursos y formación sobre este sistema en escuelas de conocimiento de todo el mundo.

Cuando aplicamos el Árbol de la Vida sobre el ser humano, muestra un mapa del alma de la persona, del cuerpo físico, de los procesos metabólicos, etc.

En este jeroglífico se muestra una valiosa información y  meditar sobre él  nos permite comprender los procesos que ocurren en nuestra vida, orientar nuestras decisiones e ir ampliando la capacidad de entendimiento e intuición.

ESTRUCTURA DEL ARBOL DE LA VIDA (OTZ CHIIM)

Este Árbol (Otz Chiim en hebreo), consiste en los Diez Sephirot Sagrados dispuestos en un dibu­jo particular y conectados por líneas que se llaman los Treinta y dos Senderos del Sefer Yetzirah, o Emanaciones Divinas (véase Sefer Yetzirah, de Wynn Westcott).

Existe aquí una trampa para los no iniciados, utilizado por los antiguos rabinos para desalentar a aquellos que se acercaban a la Cábala con motivaciones egoístas.

Si los contamos, halla­mos veintidós, no treinta y dos Senderos en el Árbol. Pero, pa­ra sus fines, los rabinos trataban a los Diez Sephirot como Sende­ros, desorientando así a los no iniciados.

Así, los diez primeros Senderos del Sefer Yetzirah se asignan a los Diez Sephirot, y los siguientes veintidós a los Senderos reales.

Las veintidós letras del alfabeto hebreo pueden asociarse con los Senderos, sin discrepancia ni superposición. Con ellos se asocian también las veintidós cartas mayores del Tarot, los Atus, o las Moradas de Thoth.

La conformación del Árbol es en tres columnas. Estas se llaman la Columna derecha de la Misericordia, la Columna Izquierda de la Severidad y la Columna Media de la Indulgencia o del Equilibrio.

La Columna de la Severidad se considera que es negativa o femenina, y la Columna de la Misericordia, positiva o masculina. Las dos columnas representas, pues, las fuerzas positiva y negativa de la Naturaleza, lo activo y lo pasivo, lo destructivo y lo constructivo, la forma que concreta y la fuerza que se mueve libremente.

LAS ESFERAS Y LOS SENDEROS DEL ARBOL DE LA VIDA.

Cada Sephira (que es la forma singular de la palabra de cual Sephirot es el plural) es una fase de la evolución, y en el idioma de los rabinos se los llama las Diez Emanaciones Sagradas.

Los Senderos existentes entre esferas son fases de la consciencia subjetiva (como el buscador vive esa realidad objetiva).

Los Senderos o los grados (latín, gradus, peldaño) son los peldaños mediante los cuales el alma desarrolla su conocimiento tanto del cosmos como de sí mismo.

Los Sephirot son objetivos; los Senderos son subjetivos.

Las esferas son inmutables en su significado, al tiempo que los Senderos muestran una faceta u otra en función del momento vital de cada persona.

El significado de cada sendero ha de hallarse en el hecho de que conecta a dos Esferas, y sólo podremos entenderlo tomando en cuenta la naturaleza de los Sephirot vinculados a él.

LOS CUATRO PLANOS DE EXISTENCIA

Un Sephira tiene naturaleza cuádruple, ya que la Tradición cabalística establece que hay cuatro mundos o planos de creación, en función de la visión del Carro de Ezequiel:

  • Olam ha-Atziluth: el Mundo Arquetípico, o Mundo de las Emanacio­nes; el Mundo Divino. Elemento Fuego
  • Olam ha-Briah: el Mundo de la Creación, el Mundo de los Tronos. Elemento Aire
  • Olam ha-Yetzirah: el Mundo de la Formación y de los Ángeles. Elemento Agua
  • Olam ha-Assiyah: el Mundo de la Acción; el Mundo de la Materia. Elemento Tierra

Este concepto de los cuatro planos de la existencia permite entender cómo se comunican entre sí los diferentes niveles del ser, y cómo se realiza el tránsito de energía desde el mundo físico a través de todos los planos hasta llegar a la dimensión divina, y viceversa.

Respecto de los Cuatro planos de existencia, Z´ev  ben Shimon Halevi indica:

El Propósito de la unificación del yo, es ayudar a la integración de los Cuatro Mundos. Es una forma de acercar la existencia a su plena realización como espejo de lo Divino, que contemplará el Adán perfeccionado al Final de Los Tiempos

La esencia de la Cábala Teórica-Contemplativa radica en el conoci­miento del orden en que ciertos símbolos están dispuestos sobre este Árbol de la Vida, y cuanto más lo estudiamos, más vemos que es una representación asombrosamente adecua­da.

En Árbol de la Kábala ofrecemos cursos de formación sobre el Árbol de la Vida de la Cábala, sus 22 senderos así como las 16 tríadas.

Todo este conocimiento es de inestimable valor para cualquier persona que quiera comenzar un camino de crecimiento personal.

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