Propósito de Vida es un tema presente en cualquier ser humano.
Todos nos hemos preguntado en algún momento sobre el porqué y el para qué de la existencia en este mundo.
En este artículo vamos a abordar qué significa el Propósito de Vida a la luz del Árbol de la Vida de la Cábala.
¿Te has preguntado alguna vez…?
¿En algún momento en tu vida te has hecho alguna de estas preguntas?
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Cuál es el sentido de mi existencia
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Para qué estoy en este mundo
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En qué soy especial o destaco
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Qué es lo que puedo aportar de diferente u original
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Qué es aquello que se me da bien
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Cómo sentirme llena o a gusto con lo que hago
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Como sentir que mi vida tiene un propósito
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Cómo recuperar el ánimo por vivir
Estas y otras cuestiones nos las planteamos a lo largo de las diversas etapas de nuestra vida.
Y digo etapas, porque necesitamos saber que somos seres en evolución que a lo largo de nuestra vida pasamos por diferentes etapas vitales.
Se describen 7 etapas, coincidiendo con el tránsito cada 7 años, y van desde la niñez, la infancia, la adolescencia, ser adulto, madurar, y alcanzar la plenitud y sabiduría de vida.
Esto significa que en cada etapa, sobre todo a partir del tercer septenio, las preguntas y las necesidades van a ser distintas.
En qué soy únic@ y original
El primero momento donde nos comenzamos a preguntar sobre nuestra orientación de vida comienza en la adolescencia.
Ahí es donde se presentan los primeros procesos de vacío vital, pérdida de sentido y desorientación.
Estos procesos coinciden con desapegarse de las figuras de autoridad para volver la mirada hacia las respuestas internas, y encontrar que no sabemos bien qué decirnos.
Es en ese momento donde encontrar una buena guía y orientación marca la diferencia entre años de desierto interior o avance vital.
El Propósito de Vida en la Cábala
La Cábala es un conocimiento que describe los procesos internos de todo aquél que vuelve su mirada hacia el interior en busca de respuestas.
Se concibe en este sistema que las almas transitamos múltiples existencias en un proceso de recordar que somos en esencia Espiritu, y que nuestra naturaleza es vivir en plenitud.
Así que podemos hablar de un propósito común de la humanidad como el despertar a la conciencia de que ya somos Hijos de Dios y herederos de su Amor.
En el sistema de la Cábala Práctica se describen 9 aspectos del Amor de Dios, que como caminos, vienen a ser transitados por todos nosotros.
Cuando nos perfeccionamos en un aspecto, comenzamos como aprendices en el siguiente, y así uno tras otro hasta finalizar los 9 pasos.
Propósito y Eneagrama
Como vemos, los 9 aspectos a transitar coinciden con el Eneagrama, y las 9 tipologías humanas.
Podemos entonces relacionar que existen 9 temperamentos básicos, y que nacemos con una u otra tendencia en función de la lección del alma que estamos aprendiendo.
Por lección del alma se entiende todo esfuerzo consciente para crecer en la conciencia del Amor.
Sería equivalente a decir que hay 9 maneras de conocer el Amor de Dios, y durante vidas y vidas vamos pasando por las diferentes fases de aprendizaje hasta llegar a la madurez.
Propósito y Karma
Karma es una palabra sánscrita que significa acción, y hace referencia a la Ley Universal de causa y efecto.
Esta ley establece que a toda acción le sucede una reacción de igual magnitud energética que permite preservar el equilibrio del Universo.
El Propósito de Vida es, para la Cábala, la restitución del equilibrio perdido por las acciones del pasado, concepto conocido como Tikkun.
En el Árbol de la Cábala personal vienen reflejadas las tendencias kármicas tanto de la vida anterior como de vidas anteriores.
Esta huella del pasado permite comprender tendencias al desequilibrio en esta vida, tal y como sucede con la terapia de vidas pasadas.
El karma del pasado pide restitución en la presente vida, y nuestro Propósito de Vida es realizar acciones dirigidas a recuperar y mantener nuestro equilibrio vital.
La herida del alma
Cada alma es distinta, y el Propósito de Vida es único, ya que se compone fundamentalmente de dos factores:
- La herencia kármica de vidas pasadas
- La forma en la que hemos decidido restituir el equilibrio perdido.
El karma de otras vidas genera el temperamento con el que nacemos en esta vida.
En el Árbol de la Vida personal coincide con los senderos donde aparecen las crisis de ciclo largo.
El propósito de vida es aquella acción o acciones que nos llevan a poder equilibrar ese temperamento kármico.
Para que todo este proceso se establezca de nuevo en nosotros al nacer, elegimos nuestra familia de origen.
La familia de origen presenta las tendencias necesarias para que se reactive nuestra huella kármica.
Las tendencias amorosas nos fortalecen y nos enderezan, y las tendencias disarmónicas generan la llamada herida de alma.
A partir de ahí, el alma va a buscar siempre sanar esa herida, al igual que si nos hacemos una herida física, buscaremos siempre el sanarla para que no sangre o nos duela.
La búsqueda de sanar esa herida nos llena de propósito, y ahí encontramos nuestra misión de vida.
El qué y el cómo de lo que hemos venido a hacer
En el sistema del Árbol de la Cábala personal se describe el qué y el cómo de lo que hemos venido a hacer como misión de vida.
Recordemos que la misión común de todos nosotros es restituir el equilibro perdido a causa de nuestras acciones desequilibradas.
El qué hemos venido a hacer para restablecer el equilibrio se denomina en el Árbol personal la misión de infancia, ya que se activa al nacer en nuestra familia elegida.
El cómo hemos venido a hacer ese “que” se llama misión de adolescencia, y se desarrolla cuando vamos en busca de nuestra individualidad.
A través de la lectura del Árbol de la Vida personal puedes descubrir cuál es tu propósito de vida, así como el temperamento kármico que has venido a equilibrar.
Si quieres conocer más en profundidad cual es tu propósito de vida, te invito a concertar una consulta personal de Propósito de Vida.
A través de levantar tu Árbol de la Vida personal y durante 2 horas abordaremos qué has venido a vivir y cómo, de manera que te haga sentir en plenitud y acorde a tu propia naturaleza.
