AUTOESTIMA Y CÁBALA es nuestra entrada de hoy en árbol de la kabala.

La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos. Es por ello que autoestima y autoconcepto son sinónimos.

El conjunto de percepciones, pensamientos y sentimientos hacia nuestra manera de ser, de comportarnos, así como sobre nuestro cuerpo, conforman nuestro autoconcepto.

Pero en nosotros no existe un solo lugar interior desde donde podemos percibirnos.AUTOESTIMA Y CABALA

Cuando el autoconcepto se basa en creencias externas e identificación con el mundo material, antes o después los acontecimientos de la vida nos llevarán a sentirnos inseguros, volubles, vulnerables, manipulados, dependientes, apegados, fracasados, inútiles, no válidos o prescindibles. 

En el Árbol de la Vida de la Cábala se describen tres niveles del Ser desde donde podemos percibirnos y percibir nuestras situaciones vitales: el Ser Egóico, el Ser Álmico y el Ser Espiritual.

Dependiendo del lugar interior desde nos experimentamos a nosotros mismos, podremos tener una u otra percepción de nosotros mismos y de nuestra existencia.

AUTOESTIMA Y CÁBALA

La autoestima es una función psíquica que va madurando con los años, ya que a lo largo de nuestra vida pasamos de un estado de  identificación total con los modelos de papá-mamá hasta el desarrollo de la autoconciencia.

En la Cábala se describe la aceptación y la humildad como los pasos para acceder a la verdadera autoestima.

Estos dos pasos se corresponden con los senderos 21 y 14 del Árbol de la Vida de la Cábala.

La aceptación se corresponde con el sendero 21, y une las esferas 10 (Maljut) y 9 (Yesod). La Templanza o Humildad une las esferas 9 (Yesod) y 6 (Tiferet).

Estos caminos iniciáticos nos abren la puerta del corazón y nos revelan nuestra verdadera identidad. 

Veamos cómo estas dos etapas de crecimiento y maduración personal se han descrito en la psicología humanista.

LOS DOS TIPOS DE ESTIMA DE MASLOW

Maslow, uno de los principales psicólogos humanistas, creo una teoría conocida como Pirámide de Maslow o Jerarquía de las necesidades humanas.

Según Maslow, existen cinco niveles de necesidades: los cuatro primeros niveles son de déficit y sólo el quinto es de autorrealización. 

Según esta teoría, solo comienzan a suplirse las necesidades superiores cuando las inferiores ya están atendidas.

En el cuarto nivel encontramos las necesidades de reconocimiento o estima. Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja: 

  • la estima alta se corresponde con la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, independencia, valorización, auto cuidado y respeto a uno mismo.
  • la estima baja concierne al respeto de las demás personas hacia uno: la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria e incluso dominio.

Como vemos, la autoestima tiene a su vez dos caras, una enfocada a lo que recibimos por parte de la realidad externa y los demás, y otra de cómo nosotros nos percibimos a nosotros mismos.

TENER PARA SER

Todos comenzamos nuestro camino de autorrealización en la esfera de Maljut, la esfera de la Realidad o el Reino.

Maljut es el nivel de conciencia de la realidad percibida a través de los 5 sentidos. Podemos creer que esta es la única realidad, lo cual nos lleva a representarnos un mundo donde lo único real es aquello que podemos tocar, oler, ver, sentir con nuestro tacto o escuchar.

La autoestima en este grado de conciencia está basada en aquello que tengo y poseo; lo “mío”: el cuerpo físico, la economía, la comida, el patrimonio, etc.

Pero la autoestima basada en el tener es un estado muy inestable, inseguro y efímero, ya que así como la materia es finita, también el grado de seguridad de lo que nos otorga también lo es.

La edad infantil es una época donde se desarrolla este grado de autoestima, y es sano porque nos permite enraizarnos en la realidad.

Pero si nos quedamos atrapados en este nivel de conciencia, la dependencia de lo material nos llevará a ser esclavos de la misma.

PARECER PARA SER

El siguiente estado de conciencia es la esfera de Yesod, la esfera del Fundamento, y también la esfera de lo social.

En este nivel no solo basamos nuestra autoestima en el tener, sino que además para nosotros es fundamental parecer, simular, actuar, desarrollar un personaje.

Nuestro autoconcepto se fundamenta en la comparación con lo externo a nosotros: normas sociales, modas, estilos y exigencias de determinados grupos sociales.

La dependencia de la pertenencia al grupo, el exceso de socialización y la confusión del deseo con el amor provocan que para nosotros lo que piensan los demás de nosotros sea vital al punto de pensar en el suicidio si no nos sentimos integrados en el grupo.

Este nivel de autoestima se desarrolla durante la adolescencia, y en esa edad, esta forma de autoestima es sana y necesaria para cortar lazos de dependencia con el núcleo familiar.

Yesod nos impulsa a ir al mundo y salir de nuestra zona de confort.

Pero quedarnos anclados en este nivel de autoestima nos hará dependientes del entorno, volubles, inseguros y manipuladores.

 Además, nos resultará difícil salir de la zona de control, por lo que a la larga nuestra vida se paralizará y entraremos en un bucle repetitivo de situaciones que nos llevarán a huir o a sufrir.

EL CAMINO DEL AUTOCONOCIMIENTO

Los maestros espirituales de Centro América, llamados Naguales, dicen que un guerrero espiritual nunca puede ser sitiado, y que la salida siempre es por arriba.

En el Árbol de la Cábala también la salida es siempre por arriba, lo que significa que el camino es de Maljut a Yesod, y de Yesod a Tiferet.

El camino del autoconocimiento suele comenzar por un acontecimiento doloroso o una crisis vital que nos lleva a buscar otro tipo de respuestas.

El camino interior de ascenso está descrito en el Evangelio de Jesús en la siguiente parábola:

«Así, todo el que escucha mis palabras y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande» (Mateo 7, 24-27)

Es a través de iniciar un camino de aceptación, el sendero 21 del Mundo que une las esferas de Maljut y Yesod, que accedemos a nosotros mismos. 

Aceptación de nuestra realidad, de nuestra vida, nuestras circunstancias, nuestro cuerpo, nuestro pasado, nuestro matrimonio, nuestros hijos, nuestro trabajo, nuestro país, nuestro planeta.

Aceptar no significa resignarse. 

Aceptar es saber la diferencia entre aquello que no puedo cambiar, y que es parte de mi programa de vida, de aquello que si puedo cambiar y que no tengo porqué seguir experimentándolo de esa manera.

HUMILDAD: LA PUERTA A LA VERDADERA AUTOESTIMA

La segunda etapa en el camino de acceso al corazón es el sendero 14  de La Templanza, que une las esferas de Yesod y Tiferet.

Tiferet es el corazón, nuestro centro de Individuación. Es el lugar en notros donde nos experimentamos como lo que realmente somos.

En la medida que somos humildes y nos abrimos a algo más allá de lo que podemos controlar, concebir o percibir, es que se abre la experiencia de sí.

La verdadera autoestima es una experiencia de saber lo que ya somos: seres espirituales viviendo una existencia terrenal para aprender lo que es el Amor.

Conectar con el corazón es conectar con la fuente inagotable de Amor Universal. 

Conectados al Amor Crístico del corazón, nos sentimos, nos percibimos y nos experimentamos a nosotros mismos desde el Amor.

Y percibimos, sentimos y experimentamos a los demás desde el Amor, lo cual hace que establezcamos relaciones sanas y respetuosas, para con los demás y con nosotros mismos.

Conocerte a ti mismo y comprender el Plan de tu Alma te facilita extraordinariamente el acceso al estado de aceptación y humildad.

El curso Descubre tu Identidad es una propuesta extraordinaria para conocerte en profundidad y la lectura de tu Árbol de la Vida personal te muestra con precisión el Plan de tu Alma para esta existencia.

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